El periódico Patria, creado por José Martí, vio la luz el 14 de marzo de 1892 con la finalidad de coadyuvar a través de sus artículos con el propósito del Partido Revolucionario Cubano (PRC) de alcanzar la total independencia de Cuba y Puerto Rico del dominio español mediante la lucha armada.
José Martí: Estrella que aún ilumina la tierra.
El pensamiento del autor intelectual del Asalto al Cuartel Moncada, vigente en el proceso revolucionario cubano y como vínculo entre los mortales sinceros, modestos, sencillos y capaces es hoy fuente del conocimiento, faro y guía de los pueblos del mundo.
La llama de su inteligencia continúa encendida como el genio que tradujo su pluma para contarnos de su afán por la libertad, su nobleza de espíritu y de cuánto supo y advirtió para ver libre a su Patria. Porque para Martí libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado y a pensar y hablar sin hipocresía.
Han matado al Presidente
Por: Yusi Fleitas Barroso
Era domingo 19 de mayo de 1895. Martí decidido a enfrentar al enemigo empuñó su revólver e inquieto montado sobre Baconao, el caballo que había recibido como regalo, estaba dispuesto a dar su vida por lograr al fin la independencia tan venerada de su Patria.
Al pasar Ángel Guardia, un oficial que iba a unirse al general Bartolomé Masó, después de haber cumplido una orden de éste, Martí le dijo: “Joven vamos a la carga”. Y salieron los dos al espacio menos intrincado en medio de la confusión del combate.
En Dos Ríos en el municipio Jiguaní en Granma cayó herido mortalmente el Apóstol. Ángel Guardia corrió a informarle la tragedia a Máximo Gómez: “General han matado al Presidente”.
Gran conmoción causó la muerte de José Martí en los cubanos que bien amaban la Patria y que confiaban en su mirada previsora y en sus ideales emancipadores.
En su Diario de Campaña Gómez escribió: “Ya nos falta el mejor de los compañeros y el alma del levantamiento”.
La caída en combate del más universal de los cubanos suscitó múltiples especulaciones sobre su apariencia física. Esto pudo estar dado por la admiración que causaba su persona. Según un informe dado a conocer en el periódico habanero La Discusión el 30 de enero de 1899 por el doctor Pablo A. Valencia, quien efectuó la autopsia al cadáver, Martí “presentaba en las piernas señales de haber llevado grillos”, tenía “en la extremidad derecha y en su tercio superior, una hendidura especial de la piel de coloración más oscura que el resto del cuerpo”.
El reporte del médico describía con exactitud las características físicas de Martí que a la luz revelaban rasgos de un hombre marcado por la historia de un país, colmada de injusticias y perjurios, males que luchó hasta su muerte por erradicar y de los cuales fue víctima.
Pero la pérdida del Apóstol no disminuyó el levantamiento que estaba teniendo lugar en la Isla, todo lo contrario, hizo aún mayor los deseos de acabar con el colonialismo y la búsqueda de la soberanía de Cuba. En verdad él nunca ha faltado porque supo encontrar con su vida y obra el alma de su generación y convertirse en conciencia viva de su país, de América y de la causa universal de la dignidad humana.José Julián Martí Pérez nació en la calle Paula No. 41, La Habana, el 28 de enero de 1853.
En 1866 matricula en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Ingresa también en la clase de Dibujo Elemental en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana, más conocida como San Alejandro.
El 4 de octubre de 1869, al pasar una escuadra del Primer Batallón de Voluntarios por la calle Industrias No. 122, donde residían los Valdés Domínguez, de la vivienda se oyen risas y los voluntarios toman esto como una provocación. Regresan en la noche y someten la casa a un minucioso registro. Entre la correspondencia encuentran una carta dirigida a Carlos de Castro y Castro, compañero del colegio que, por haberse alistado como voluntario en el ejército español para combatir a los independentistas, calificaban de apóstata.
Por tal razón, el 21 de octubre de 1869 Martí ingresa en la Cárcel Nacional acusado de infidencia por escribir esa carta, junto a su entrañable amigo Fermín Valdés Domínguez. El 4 de marzo de 1870, Martí fue condenado a seis años de prisión, pena posteriormente conmutada por el destierro a Isla de Pinos, lugar al que llega el 13 de octubre. El 18 de diciembre sale hacia La Habana y el 15 de enero de 1871, por gestiones realizadas por sus padres, logró ser deportado a España. Allá comienza a cursar estudios en las universidades de Madrid y Zaragoza, donde se gradúa de Licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras.
De España se traslada a París, por breve tiempo. Pasa por Nueva York y llega a Veracruz el 8 de febrero de 1875, donde se reúne con su familia. En México entabla relaciones con Manuel Mercado y conoce a Carmen Zayas Bazán, la cubana que sería su esposa.
Del 2 de enero al 24 de febrero de 1877 estuvo de incógnito en La Habana como Julián Pérez. Al llegar a Guatemala trabaja en la Escuela Normal Central como catedrático de Literatura y de Historia de la Filosofía. Retorna a México, para contraer matrimonio con Carmen el 20 de diciembre de 1877, regresando a inicios de 1878 a Guatemala.
Concluida la Guerra del 68 vuelve a Cuba el 31 de agosto de 1878, para radicarse en La Habana, y el 22 de noviembre nace José
Francisco, su único hijo. Comenzó sus labores conspirativas figurando entre los fundadores del Club Central Revolucionario Cubano, del cual fue elegido vicepresidente el 18 de marzo de 1879. Posteriormente el Comité Revolucionario Cubano, radicado en Nueva York bajo la presidencia del Mayor General Calixto García, lo nombró subdelegado en la Isla.
En el bufete de su amigo Don Nicolás Azcárate conoce a Juan Gualberto Gómez. Entre el 24 y el 26 de agosto de 1879 se produce un nuevo levantamiento en las cercanías de Santiago de Cuba. El 17 de septiembre Martí es detenido y deportado nuevamente a España, el 25 de septiembre de 1879, por sus vínculos en la Guerra Chiquita. Al llegar a Nueva York, se establece en la casa de huéspedes de Manuel Mantilla y su esposa, Carmen Miyares.
Martí logra traer a su esposa e hijo el 3 de marzo de 1880. Permanecen juntos hasta el 21 de octubre, en que Carmen y José Francisco regresan a Cuba. Una semana después resultó electo vocal del Comité Revolucionario Cubano, del cual asumió la presidencia al sustituir a Calixto, quien había partido hacia Cuba para incorporarse a la Guerra Chiquita.
Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría renombre en la América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes periódicos: La Opinión Nacional, de Caracas; La Nación, de Buenos Aires y El Partido Liberal, de México.
Posteriormente decide buscar mejor acomodo en Venezuela, a donde llega el 20 de enero de 1881. Fundó la Revista Venezolana, de la que pudo editar sólo dos números. Tras chocar con el caudillismo, tiene que retornar a Nueva York.
A mediados de 1882 reinició la labor de reorganizar a los revolucionarios, comunicándoselo mediante cartas a Máximo Gómez y Antonio Maceo. El 2 de octubre de 1884 se reúne por vez primera con ambos líderes y comienza a colaborar en el Plan Insurreccional Gómez-Maceo; posteriormente desistió de su empeño por estar en desacuerdo con los métodos de dirección empleados.
El 30 de noviembre de 1887 fundó una Comisión Ejecutiva, de la cual fue elegido presidente, encargada de dirigir las actividades organizativas de los revolucionarios. En enero de 1892 redactó las Bases y los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano. El 8 de abril de 1892 resultó electo Delegado de esa organización, cuya constitución fue proclamada dos días después, el 10 de abril de 1892. El 14 de ese mes fundó el periódico Patria, órgano oficial del Partido
En los años 1893 y 1894 recorrió varios países de América y ciudades de Estados Unidos, uniendo a los principales jefes de la Guerra del 68 y acopiando recursos para la nueva contienda. Desde mediados de 1894 aceleró los preparativos del Plan Fernandina, con el cual pretendía promover una guerra corta, sin grandes desgastes y destrucciones para los cubanos. El 8 de diciembre de 1894 redactó y firmó, conjuntamente con los coroneles Mayía Rodríguez (en representación de Máximo Gómez) y Enrique Collazo (en representación de los patriotas de la Isla), el plan de alzamiento en Cuba. El Plan Fernandina fue descubierto e incautadas las naves con las cuales se iba a ejecutar. A pesar del gran revés que ello significó, Martí decidió seguir adelante con los planes de pronunciamientos armados en la Isla, en lo que fue apoyado por los principales jefes.
El 29 de enero de 1895, junto con Mayía y Collazo, firmó la orden de alzamiento y la envió a Juan Gualberto Gómez para su ejecución. Partió de inmediato de Nueva York a Montecristi, en República Dominicana, donde lo esperaba Gómez, con quien firmó el 25 de marzo de 1895 un documento conocido como "Manifiesto de Montecristi", programa de la nueva guerra. Ambos líderes llegan a Cuba el 11 de abril de 1895, por Playitas de Cajobabo, Baracoa.
Tres días después del desembarco, hicieron contacto con las fuerzas del Comandante Félix Ruenes. El 15 de abril de 1895 los jefes allí reunidos bajo la dirección de Gómez, acordaron conferir a Martí el grado de Mayor General por sus méritos y servicios prestados.
El 28 de abril de 1895, en el campamento de Vuelta Corta, en Guantánamo, en unión de Gómez firmó la circular "Política de guerra". Envió mensajes a los jefes indicándoles que debían enviar un representante a una asamblea de delegados para elegir un gobierno en breve tiempo. El 5 de mayo de 1895 tuvo lugar su encuentro con Gómez y Maceo en La Mejorana, donde se discutió la estrategia a seguir. El 14 de mayo de 1895 firmó la "Circular a los jefes y oficiales del Ejército Libertador", último de los documentos organizativos de la guerra, la que elaboró conjuntamente con Máximo Gómez.
Siguiendo la marcha hacia el oeste de la provincia oriental, llegaron a Dos Ríos, cerca de Palma Soriano. El 19 de mayo de 1895 una columna española se desplegó en la zona y los cubanos fueron a su encuentro. Martí marchaba entre Gómez y el Mayor General Bartolomé Masó. Al llegar al lugar de la acción, Gómez le indicó detenerse y permanecer en el lugar acordado. No obstante, en el transcurso del combate, se separó del grueso de las fuerzas cubanas, acompañado solamente por su ayudante Ángel de la Guardia. Martí cabalgó, sin saberlo, hacia un grupo de españoles ocultos en la maleza y fue alcanzado por tres disparos que le provocaron heridas mortales. Cuando se conoció lo sucedido, resultó imposible rescatar su cadáver, el cual fue conducido por los españoles y, tras varios enterramientos, fue finalmente sepultado el día 27, en el nicho número 134 de la galería sur del Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
José Martí: su ejemplo inspira la obra creadora de la Revolución cubana
Los fundadores del primer Partido Comunista de Cuba, Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, al igual que Rubén Martínez Villena, Antonio Guiteras, Jesús Menéndez y muchos otros insignes patriotas, se inspiraron en la significación de aquella frase que el Héroe Nacional cubano escribiera a Manuel Mercado: "… ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber - puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo – de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré, es para eso".
No hay comentarios:
Publicar un comentario